“Es de noche un día de verano y el tiempo es tan caluroso que no sé qué hacer. Me abanico pero no hay ni brisa ni aire fresco; entonces, cuando estoy por meter las manos en un tazón con agua helada, llega una carta. Está escrita en una hoja de fino papel rojo, atada a una clavelina china esplendorosamente abierta. Sin pensarlo, dejo el abanico (que no servía de mucho de todos modos) e imagino cuán intensas han de haber sido las emociones de mi amigo para tomarse tantas molestias en un día tan sofocante”.
Sei Shonagon, El libro de la almohada, fragmento 178.
1.
Creo que tenía 5 o 6 años cuando vi en la vidriera de la librería La Luna un set de papel de carta: una carpeta de goma eva color rosa con papeles, sobres y una birome para escribir. En la tapa decía “My letters”. Debo haberme quedado hipnotizada con esa visión porque mi mamá tuvo la bondad de comprarlo y darme la sorpresa unos días después. La emoción fue enorme. Usé esos papeles para escribir palabras sueltas, cartas imaginarias y cartas que mandé. Mi mamá también coleccionaba estampillas del mundo y tenía su propio set de escritura epistolar: una carpeta lila con papeles de carta japoneses. Y cuando mi abuela viajó a Japón en el año 91 nos manteníamos en contacto a través de cartas que todavía conservo.
Ya de adulta me compré un set de cartas pero este venía con consignas y una aclaración: no es un set de papelería tradicional. “No está pensado para coleccionar ni para guardar ni mucho menos para dejar en blanco”. Me hizo repensar la idea de “coleccionar” papeles de carta, ese hobby de niña en el que también cambiábamos papeles con otras amigas que tenían papeles con dibujos y texturas diferentes. Todavía los conservo y puedo recordar de quiénes eran. Los papeles de carta, aún sin estar escritos, se vuelven una caja de recuerdos.
La creadora de este kit de exploración es Aniko Villalba. Su newsletter que recomiendo mucho, Cartas virtuales, está centrado en la escritura, la creatividad, y dos conceptos que me interesan mucho: el slow travel y vida slow. Después de pasar mucho tiempo viajando Aniko se instaló en Ámsterdam. Escribe libros, da talleres, hace journaling y armó un tarot dedicado a “la vida slow” que publicará Fera. Su libro más reciente: Los viajes de la pequeña Aniko, una novela en capítulos ilustrada por Lucy Piazza. ¡Aniko además es fan de Japón!

Les comparto una entrevista que hice, a propósito de la cultura epistolar en el archipiélago:
De todo lo que hay en Japón, ¿qué fue lo que más te llamó la atención y por qué?
La primera vez que fui a Japón, en el 2016, me quedé asombrada ante la cantidad de papelería que encontré. Como fan de los stickers, sellos, washi tapes, papeles ilustrados y todas esas cosas lindas sentí que había llegado al paraíso. Nunca, en casi diez años de viajes, había visto tanta papelería (¡y tan hermosa!) en un mismo lugar. Además, a diferencia de otros países, lo que vi es que en Japón la papelería es parte de la cotidianidad: hay papeles para escribir mensajitos de agradecimiento, papeles para escribir cartas, papeles para escribir algo de todos los días. Es decir, no siento que sean papeles que se guarden “para ocasiones especiales” (aunque hay muchos que seguramente sí), si no que se usan en el día a día.
Me encantó ver, además, que había gente de todas las edades en las tiendas de papelería (y que, en realidad, no es que haya tiendas solo de papelería, sino que muchas grandes tiendas tienen un piso entero dedicado a eso). Ese viaje, para mí, fue un viaje de reencuentro con todo eso que siempre me había gustado usar de chica y que tal vez había dejado un poco de lado más de grande. Japón me reconectó con esa niña que ama los sellitos y me dio el permiso para volver a incluir todas esas cosas lindas en mi vida, sobre todo las washi tapes. Y no hubo vuelta atrás. Ahora tengo washi tapes hasta en la cocina.
¿Por qué decís que Japón es tan journaleable? ¿Más que otros países incluso?
Creo que cada país es journaleable a su manera, pero Japón tiene algo que lo diferencia: hay papelitos lindos por todos lados. Yo soy de las que journalean pegando cosas en las páginas de mis cuadernos (como no dibujo, busco lo visual por otro lado), y en Japón encontré material por todos lados: mapas y revistas en cada estación de tren, tickets súper estéticos, ¡stickers hermosos en las frutas!, folletos muy recortables, papel de regalo y envoltorios… todo es perfecto para pegarlo en un cuaderno. Incluso el packaging de los objetos de papelería está súper pensado y diseñado y no dan ganas de tirar nada a la basura. Por eso si viajo a Japón sé que no tengo que llevarme mi “kit de journaling” (con stickers, washis y elementos visuales) desde casa. En Japón voy a encontrar todo lo que necesito.


¿Por qué es tan necesario escribir cartas en el mundo de hoy?
Escribir cartas hoy es ser slow en un mundo que va demasiado rápido. Escribir una carta es un acto que nos obliga a frenar, a desconectarnos de las pantallas, a conectar con el papel y a pensar verdaderamente en la persona a la que le estamos escribiendo. No podemos escribir una carta como quien manda un audio apurado de whatsapp. La carta requiere tiempo y presencia. Tengo una buena amiga, a la que no veo en persona hace más de 10 años, con la que nos mandamos cartas hace ya dos años. Me hace muy feliz encontrarme con sus sobres en mi buzón y tomarme el tiempo de leer su carta con calma. A veces tardo en responderle, pero cuando me siento a hacerlo es como si entrara a un lugar mágico sin tiempo ni espacio, donde solamente estoy escribiendo y hablando en diferido con mi amiga. Me encanta elegir el papel, decorarle el sobre, ponerle regalitos, pegar la estampilla y llevar ese paquetito de la felicidad al buzón, sabiendo que muy pronto estará en sus manos, y que muy pronto recibiré su respuesta.
Creo que escribir cartas es muy necesario para reconectar no solo con los demás, sino también con nosotros mismos.
2.
En 2023 Aniko lanzó una propuesta que me pareció una genialidad. Es un “Viaje de journaling y papelería a Japón” que va a volver a repetirse en abril de este año. “Creamos un viaje a medida para conectar con lo cotidiano, lo sutil y lo creativo, para ir de compras pero también para descansar, para journalear y escribir, pero también conocer templos, bosques de bambú, tradiciones japonesas y palabras que transmiten una filosofía de vida. Este es el viaje de nuestros sueños, pero sabemos que es y puede ser el viaje de los sueños de muchas más”, escriben Carla y Aniko, que co-organizan este viaje soñado.
¿Cómo se les ocurrió una propuesta tan linda y tan específica y cómo resultó la experiencia?
El Viaje de papelería y journaling a Japón fue un sueño hecho realidad, literalmente. En 2022 visité a mi amiga Carla, con quien organizamos este viaje, en Barcelona, y durante el día que pasamos juntas no paramos de hablar de Japón, de la papelería y de las ganas que teníamos de volver. Un mes después, Car me mandó un mensaje contándome que había soñado que guiábamos a un grupo de mujeres en un viaje por Japón. Dijimos “qué lindo sería”, pero las dos nos quedamos pensando en eso y al final dijimos “probemos a ver qué pasa”. Así que diseñamos un viaje de dos semanas por Japón, todo en torno a la papelería, el journaling y la creatividad, y salimos a venderlo. Y el grupo se llenó enseguida. El primer viaje fue en 2023 y fue de las mejores experiencias de nuestras vidas. Éramos 10 mujeres desconocidas y hoy en día somos 10 amigas. Fue tan lindo viajar con otras personas que aman lo mismo que nosotras y que entienden la emoción de encontrar el sticker que buscabas, o de entrar a la fábrica de washi tape, o de pegar papeles hermosos en tu cuaderno. Vamos a repetirlo ahora en marzo 2025 (el grupo ya está completo) y seguiremos haciendo ediciones, ojalá más de una al año.
¿Podés mandarme una foto del papel de carta que más te conmueve?
“Conmueve” me parece una palabra muy adecuada. La papelería japonesa conmueve. Me cuesta muchísimo elegir un solo papel, porque tengo una colección de todos los que me gustan, cada cual por un motivo distinto. Te comparto acá el que me conmueve ahora mismo, quizá mañana sea otro.
3.
Les comparto los papeles de carta y sobres que me conmueven, otros que atesoro desde la infancia. Hay algo que la cámara no logra captar que son las texturas, algún degradé de color… Estos papeles los elegí en viajes, o me los regalaron personas que quiero mucho. Amigos y amigas de aquí y del mundo recibieron cartas con sobres o papeles de estos y me hace feliz saber que la palabra escrita es un vínculo que nos une.


4.
Los elementos de escritura eran tan preciados en Japón que había cajas diseñadas especialmente para guardarlos. La de la foto es de laca, es portátil, es del siglo XVII y fue encargada por la familia Tokugawa a uno de laqueros , probablemente la familia Kōami. Se ve el escudo familiar que representa a los Tokugawa: las tres hojas de aoi (alcea). La caja tiene tres cajones: los primeros dos para guardar papeles y documentos y el de abajo de todo para los elementos de escritura.
En el artículo Japanese writing boxes, Monika Bincsik escribió que “las cajas de escritura se desarrollaron y perfeccionaron en Japón, mientras que en China los “Cuatro tesoros del estudio” (pincel, tinta, piedra de entintar y el papel) se dejaban en el escritorio sin caja. En Japón tenían una función decorativa y ejemplares de belleza o origen distinguido podían ser exhibidas como posesiones muy preciadas”.


(Un paréntesis, un cafecito) → Esta newsletter es gratuita y se sostiene con los cafecitos que ustedes, lectores y lectoras, aportan. ¡Gracias por eso!
Les dejo el link en caso de que quieran colaborar. Un cafecito para Un Japón propio.
5.
Si vivís en Japón, el 1º de enero recibís las nengajo que son las postales de año nuevo. Se entregan únicamente ese día y para organizar la enorme cantidad de postales que llegan, el correo las recibe hasta el 25 de diciembre. Se envían a familiares, amigos, colegas. Es una forma de estar conectados; a pesar de que hoy se puede enviar un mensaje de whatsapp (¡o Line!) la costumbre se mantiene.
6.
En este 2025 continuamos con los encuentros de Wagashi & Matcha junto a Ana Irie. El primero de este año será junto a la alfarera Silvina Orso. Silvina nos va a contar cómo se hace un chawan, la taza de té que se utiliza para beber el matcha. Veremos diferentes estilos, diferencias entre las formas y sus características principales.
Como siempre, Ana prepará en el momento un dulce tradicional japonés (wagashi) y luego Malena preparará y servirá una taza de matcha para cada invitado. A través de este encuentro te invitamos a conocer en profundidad el chawan, uno de los elementos más importantes en la ceremonia de té japonesa.
El encuentro será en Sashimiya, México 1965 (CABA). El cupo es limitado.
Fecha: domingo 16 de febrero
Dos opciones de horarios:
Primer grupo: 16 a 17,30 hs
Segundo grupo: 18 a 19.30 hs
También les cuento que este sábado 1º de febrero Urasenke Argentina participará del Shinnenkai que organiza la Sociedad Japonesa del Chaco. Estaremos a las 18hs en el Centro de Convenciones en donde ofreceremos una demostración de Ceremonia de Té.
Habrá también demostraciones de Nihonbuyo, Kendo, Taiko, Kitsuke y Bonsai.
Sábado 1/2 a partir de las 17hs - Centro de Convenciones Domo del Centenario: Av. de los Inmigrantes 300, Resistencia, Chaco.
7.
Hace muchos años empecé a leer el blog de Hello Sandwich (aka Ebony Bizys), una diseñadora australiana que se instaló en Tokio en 2010. En esa época se dedicaba al arte de envolver regalos, hacer tarjetas y collages y con el tiempo se fue centrando más en la vida en Tokio publicando libros y guías con su mirada personalísima. En ellas hay mucha data vinculada al craft, la papelería y el stationery. Y su blog no está activo pero podés seguirla en IG para más aventuras: @hellosandwich .
Soy muy fan de Niponica, una revista que publica el Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón. Es una revista temática y el número 36 lleva el título: “Todo sobre los artículos de papelería de Japón”. Dejo ACÁ el link. De la lectura me quedo con estas tres ideas para pensar:
En la era de los smartphones y la cultura digital, una de las razones por la que los japoneses son tan apegados a los artículos de papelería es su afición a usar la palabra escrita para plasmar emociones.
Los escritores en Japón se recluyen en posadas y hoteles para concentrarse en la escritura. Esa práctica se llama kanzume.
Los blocs de notas y notas adhesivas, con sus dibujos y formatos, cito: “pueden elevar el estado de ánimo del destinatario con notas que muestren imágenes de personajes graciosos aunque el contenido de los mensajes esté relacionado con el trabajo. Estos blocs de notas ayudan a motivar y relajan el ambiente”.
8.
Desde que supe que la temática de este envío iba a estar relacionado con lo epistolar se me ocurrió el título, “Carta al futuro”. Y encontré entre los papeles de carta del Kit de exploración de Aniko este papel con esta consigna. Te invito a tomar la pluma y una hoja para escribirte una carta que puedas leer de acá a un tiempo. Cuando nos tomamos un momento a solas para escribir a mano alzada un pensamiento, un deseo, una idea, algo mágico se activa.
¡Hasta pronto!
M a l e n a .
Pd. Este envío va dedicado a Lili que con su regalo me habilitó a escribir cartas. La carpeta rosa y la costumbre de escribir cartas (y escribir en general) me acompañan hasta el día de hoy. ¡Gracias Ma!